Así, pues, los centauros tenían fama de violentos y de disfrutar de placeres como el vino, las mujeres y la caza. Se los consideraba la encarnación de sentimientos como la ira y por lo tanto, representantes de la barbarie y de la lujuria masculina.
Algunos centauros, como Folo y Quirón, escaparon a esta fama de salvajismo. Folo, hospedó a Hércules y a sus amigos y Quirón, aprendió las artes de la medicina y era además sabio,justo y tutor de personajes notables como Asclepio, dios griego de la medicina.
En el cristianismo, el centauro es un símbolo del hombre atormentado por la lucha entre el bien y el mal.
Se trata de una variación del centauro que en los bestiarios medievales que lo describen como una criatura con cabeza, tronco y brazos humanos, aunque con la parte inferior de un asno. Mientras que la parte superior es racional, la inferior es salvaje y no puede ser dominada, por lo tanto, predomina el instinto. Es símbolo de la lujuría masculina.
Otra variante del centauro, sería una la combinación del torso superior de un hombre con el cuerpo y la fortaleza de un toro.