Los domovoyes son genios domésticos diminutos de las tradiciones eslavas. Estos seres, invisibles para los humanos, estarían cubiertos de un negro pelaje. Tienen la habilidad de reducir su propio tamaño.
Estos seres son muy apegados a las viviendas que habitan, por lo que se niegan a mudarse. Si una familia cambia de hogar, los domovoyes se adaptaran a los nuevos habitantes.
Como tantos otros duendes gustan de recibir regalos, aunque prefieren que las entregas no sean personales: están deben dejarse en algún rincón de la casa. A veces pueden realizar bromas pesadas, pero con regañándolos con algún grito, será suficiente para que no vuelvan a realizarlo.