El dragón es una criatura fantástica que puede encontrarse en la mayoría de las antiguas tradiciones, sin embargo, su simbolismo suele ser diferente. Así, mientras para los dragones de la europa occidental se trata de animales muy peligrosos que representan las fuerzas del mal, para oriente, china en particular, el dragón es un ser benéfico de estirpe divina.
Las representaciones más frecuentes le atribuyen un cuerpo voluminoso de gran tamaño. Las escamas le dan la fisonomía de un reptil aunque sus garras, más cercanas a las de un felino contrastan con sus alas de murciélago. La capacidad de arrojar fuego de la boca y enormes dientes completan el aspecto de este ser fabuloso a mitad de camino entre una serpiente y un león.