La monuca es un animal maldito de la mitología cántabra, es la cría de un gato montés y la guadaña, animales de especies diferentes que solo pueden aparearse cada once años para concebir el monstruo en cuestión.
La monuca tiene una piel de varios colores, la cabeza blanca, el cuerpo rojo, azul y negro y el rabo color violaceo. Nace en primavera y a poco de llegar a mundo, cuando todavía su piel no se pigmenta, huye de la madriguera y anda a la deriva por el bosque. Cuando abre los ojos y ve la luz por primera vez, vuelve a la cueva en la qu e nació para matar a su madre: succiona su sangre y le saca los ojos.