Salamandra

Existe un animal real, un anfibio negro con manchas amarillas que recibe el nombre de salamandra, con su cola, alcanza unos veinte centímentros. También recibe ese nombre una estufa de hierro alimentada a leña, de uso muy frecuente en latitudes patagónicas. Pero la palabra salamandra da cuenta de muchos otros significados mitológicos.

A lo largo de la cultura occidental, la salamandra fue considerada un ser fantástico vinculado a uno de los cuatro elementos, el fuego. Los bestiarios medievales, le adjudican a la salamandra la capacidad de apagar el fuego o incluso de vivir en él. Leonardo Da Vinci afirmaba que la salamandra se alimentaba de fuego. En cualquier caso, se decía de la salamandra que la temperatura de su sangre era tan baja que permitía equilibrar el calor del fuego.

Para la simbolismo de la alquimia, las salamandras representan el espíritu del fuego y como tales se comportan transportando su esencia. En este sentido, simbolizan la pasión, la destrucción, la purificación y el movimiento, así como también la energía espiritual ascendente o el alma virtusoa que puede salir de las llamas de la tentación sin herirse.

La iconografía representa a la salamdra como una criatura mitad lagarto, mitad dragón. Naturalmente, siempre rodeada por llamas.

por Graciela Paula Caldeiro