En el norte argentino, se conoce como salamanca al lugar, generalmente una cueva, en donde se practica el culto al demonio. Los salamanqueros son pues, quienes habitan estos lugares.
La imaginación popular, representa a los salamanqueros de diferente manera, pero generalmente les da una fisonomía similar a la de los gnomos, de tez oscura. Se dice que quien se atreviera a entablar conversación con un salamanquero, obtendrá datos de alguno tesoro escondido o de alguna mina de oro sin explorar.