En el Brasil existe una variante de este mito, se habla de un caballo que vive en el mar o en los ríos y que se lo considera parte de la legión diabólica. Suele aparecer en la cima de alguna colina cuando existe un lago en donde se lo ve como un pez en forma de caballo o una suerte de sirena deformada. De color blanco, tiene crines y cola dorada. Se cree que su presencia es signo de mal augurio. Incluso si persigue embarcaciones, puede hacerlas naufragar. Para ahuyentarlo, es útil un mascaron en la proa con su propia imagen.
En el sur de Chile, existe una leyenda que habla de un caballo común aunque dotado de una capacidad extraordinaria: por las noches puede andar sobre las aguas alumbrado por un farol que se alimenta con aceite humano, combustible que obtiene gracias a los brujos que se lo entregan como pago por los servicios de correo y transporte. Es que este fabuloso caballo transporta a los bbrujos a sus aquelarres. Cuando termina su trabajo, se dirige al mar. Vive solo cuatro años y sus restos se transforman se transforman en una masa gelatinosa que velozmente se disuelve en el mar.