Lilith se corresponde al Lilitu babilónico, o el demonio de las tempestades. En el relato bíblico (Isaías 34,14) Lilith habitaba el desierto o en ruinas abandonadas. También habitaba la tienda que el malvado abandonó a morir: “Es su tienda morará como si no fuese suya; Piedra de azufre será espaciada sobre su morada” (Job 18,15)
Lilith aparece también en la tradición griega y romana con el nombre de Lami, y en la tradición germana, puede ser Brunilada en la saga de los nibelungo. Podría asemejarse también a la imagen griega del Hécate.
Para Alfrede Vigny, Lilith es el espíritu de la noche, la amante de Adán, la rival de Eva y sus hijos. Para Victor Hugo, la hija mayor de Satán, el alma negra del mundo. Pero Lilith podría ser también junto con Isis, la única poseedora de un gran saber: el nombre secreto de Dios.
La primera imagen de Liith data del 1959 a.C. Se trata de un relieve de Burney que se encuentra en el Museo Británico. La mujer representado es hermosa, alada y se encuentra desnuda, con pies de ave, alzándose sobre dos leones y flanqueada por un par de búhos, con un “ephap” para medio el grano en su mano. Lleva un turbante y levanta sus anos hasta la altura del hombro. Según la leyenda, Lilith anidaba en el centro del árbol Huluppu, un sauce que tenía en su base un dragón y un pájaro encarnado en lo alto.