La mitología, prevalece sin duda como una creación colectiva y por lo tanto anómina. Sin embargo, éstos universos mitológicos han sido ocasionalmente, inspiración para artistas de diversa estirpe: escritores de cuentos y novelas, pintores, músicos y cineastas.

Quizá merezca un párrafo aparte la producción de Tolkien que se atrevió a crear una historia épica sobre un universo mitológico en clave intertextual. De clara inspiración celta, pero con ingredientes evidentemente cristianos, la obra de Tolkien pone su creatividad al servicio de un universo imaginario que posee sus propios mapas, sus dinámicas lenguas y toda una tradición poética.

por Graciela Paula Caldeiro