"Enfocado en lo que tiene de vivo, el mito no es una explicación destinada a satisfacer una curiosidad científica sino un relato que hace vivir una realidad original y que responde a una profunda necesidad religiosa, a aspiraciones morales, a coacciones, a imperativos de orden social e incluso a exigencias prácticas."
Bronislav Malinowski
Dice Mircea Elíade que el mito es una realidad extremadamente compleja, que podría abordarse e interpretarse de diferentes maneras, a menudo complementarias. EL mito contaría, en general una historia sagrada que relata un acontecimiento sucedido durante un tiempo primordial, la edad de oro, el fabuloso tiempo en el que todo comenzó. En este sentido, el mito cosmogónico es "verdadero" puesto que la existencia del mundo está ahí para demostrar que el mito ha sucedió y sucede: el mito de la muerte existe puesto que la mortalidad humana así lo prueba.
Existirían, sin embargo, dos categorías de narraciones mitológicas, las que se refieren al "tiempo primordial" cuyos historias suponen una modificación sustancial del mundo cotidiano y los relatos cuyos acontecimientos no implicaron una consecuencia drástica para la condición humana.
Respecto a la primera de estas categorías es posible afirmar que el tipo mítico conforma una realidad fuera de la realidad, transfigurada por la intervención de Seres Sobrenaturales. En algunas culturas, el individuo, al participar de la experiencia que lo pone en contacto con este saber mitológico se inserta e integra en ese tiempo fabuloso haciéndose contemporáneo los acontecimientos evocados Ver ejemplos en la mitologia australiana.
Constituye la historia de los actos de los Seres Sobrenaturales.
La historia se considera Verdadera (porque refiere a realidades) y Sagrada (porque es obra de Seres Sobrenaturales.
3. Se refiere a una "creación" en el sentido que cuenta cómo algo ha llegado a la existencia o cómo un comportamiento, una institución, una manera de trabajar se han fundado; es ésta la razón de que los mitos constituyan los paradigmas de todo acto humano significativo.
Al conocer el mito, el sujeto conoce el "origen" de las cosas y por consiguiente puede llegar a dominarlas y manipularlas a voluntad. No se trata de un conocimiento "externo" o "abstracto" sino de un saber que se "vive" ritualmente ya al narrar ceremonialmente el mito, ya al efectuar el ritual para el que sirve de justificación.
De una manera u otra se "vive" el mito en el sentido en que se está dominado por la potencia sagrada, que exalta los acontecimientos que se rememoran y se reactualizan.
"Vivir" los mitos supone una experiencia religiosa puesto que se diferencia de la experiencia de la vida cotidiana. La religiosidad de la experiencia mítica se debe a la actualización de los acontecimientos fabulosos, exaltantes y significativos; se asiste nuevamente a las obras creadoras de los Seres Sobrenaturales. Los mitos "revelan" que el mundo, el hombre y la vida tienen un origen y una historia sobrenatural y que esa historia es significativa y ejemplar.